domingo, 13 de noviembre de 2016

Presentacion de mujeres al volante

Las mujeres en el mundo de los fierros

Tacos y pedales

¿Es posible que una mujer entienda de autos? ¿Es posible una mujer en el mundo de los fierros?

La respuesta a estas preguntas es ¡SI es posible!

Pero que pasa en el mundo actual automotor, en plenas campañas de feminismo, como  #niunamenos, de ultra feministas: increíblemente existe la violencia de género.
Si señores, la violencia de género no trata solo cuando pegan o matan a una mujer, la violencia de género tiene dos lados, la violencia contra la mujer, y también hay violencia de género contra los hombres.
Porque en sí la palabra genero, incluye tanto femenino, como masculino, y desde mi experiencia conocí ambas. Para adentrarnos un poco sin extendernos demasiado, buscaremos una definición de violencia de género.
Cito: “La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra una persona sobre la base de su sexo o género que impacta de manera negativa su identidad y bienestar social, físico o psicológico.  De acuerdo a Naciones Unidas, el término es utilizado «para distinguir la violencia común de aquella que se dirige a individuos o grupos sobre la base de su género», enfoque compartido por Human Rights Watch en diversos estudios realizados durante los últimos años.” Fuente Wikipedia
Existe violencia de género entre mujeres, de mujer a mujer, algo que como mujeres debemos admitir, entre nosotras nos juzgamos por como vestimos, por como somos, por lo que hacemos y dejamos de hacer. Tomando como punto de partida la violencia psicológica, punto medio la violencia verbal, y como punto final la violencia física.
En ámbitos que el hombre predomina, somos más discriminadas aún, por solo ser mujeres. Les cuento un caso ajeno, y un caso personal.

Caso ajeno: Ámbito futbol

Una gran amiga decidió ser árbitro, tiene tantos o más conocimientos que un hombre en fútbol, conocía jugadores, canchas, equipos, torneos, y sobre todo las reglas.
Decidió estudiar para arbitrar, y a pesar que la asociación mendocina de fútbol le daba para arbitrar inferiores, y nunca partidos de primera división, aún allí la discriminaban, tanto jugadores como el público. La frase ejemplar “anda a lavar los platos” era un común en los partidos que arbitraba, y vale destacar que era excelente árbitro.
Rompió un paradigma, fue la primera en nuestra liga mendocina, por ello fue reconocida por un diario local, con un enfoque a reconocer su trabajo, y a parar la discriminación contra su persona, por ser mujer, les adjunto el link de su nota.

Caso personal: Ámbito los “fierros” (automotores)

No fue por decisión propia trabajar en este ámbito, se dio prácticamente de casualidad, que mi hermano me dijo “¿por qué no publicas los autos de la agencia en facebook?” Me pareció excelente idea, teniendo conocimientos de marketing por la licenciatura que estudie de “comercialización con orientación internacional”, y porque siempre me gustaron los fierros, nací en una familia fierrera.
Conozco de autos, de versiones, de equipamientos, de mantenimiento de pintura con tratamientos, no tanto así de mecánica, nunca me familiaricé mucho con ello, lo admito, conozco que motor trae tal vehículo, pero no distingo las partes, más allá de las básicas.
Llega a ser hasta gracioso lo mucho que se extrañan los hombres de mis conocimientos, llegan al punto de hacerme preguntas capciosas, para comprobar mis conocimientos sobre el tema, y algunos llegan a comentar, claro te utilizan para atraer público al negocio, y luego allí atienden puros hombres. No, no es así, nadie me utiliza, es mi trabajo, y me gusta mi trabajo.
Llega a doler que a las mujeres les moleste mis conocimientos, me juzguen de forma personal por mi trabajo, deja de ser gracioso porque somos pares, porque soy una mujer como ellas, porque entre nosotras deberíamos cuidarnos y defendernos, no discriminarnos. 
Lo que todos no saben, que empecé a lavar autos con mi hermano aproximadamente a mis 14 años, por los 17 ya trabajaba fijo con él, durante unos años deje de lavar y solo hacia los tratamientos, que era un cable a tierra, me encantaba.
Luego por un problema de salud deje de trabajar, y retome en el 2012 con la agencia. Y ahora que intento incluir a nuestro plan de marketing del lavadero la parte de relaciones públicas, me encuentro con hombres que me discriminan por ser mujer, y lo peor, mujeres me discriminan por solo ser mujer.
En pleno siglo XXI, donde ya hay mujeres presidentes, hasta mujeres que son choferes de transporte público y particulares, donde hay una gran campaña contra la violencia de género. ¿Por que seguimos limitándonos entre nosotras? ¿Qué tiene de malo una mujer que conozca de autos? ¿Qué tiene de malo una mujer que trabaja en el ámbito automotor?
Es su trabajo, es mi trabajo, no debería ser discriminada por ello, es de lo que vivo, es lo que respiro diariamente, y trabajar en este ámbito no me hace ni más, ni menos, no me hace esto, o aquello, solo es mi trabajo. Y no debería de juzgarse mi persona por mi trabajo. Lo personal no tiene que ver con lo laboral.

Ojala esto algún día cambie…
Noelia Veronica Ortiz